- España tiene un problema con el tiempo, y la reducción de la jornada laboral va a ser un revulsivo para impulsar una racionalización de los horarios españoles. y por ende, una mejora del bienestar y la productividad de las personas trabajadoras, las empresas y la sociedad en general.
España tiene un problema con el tiempo
España tiene un problema con los horarios y los usos del tiempo comparado con el resto de Europa. Esto genera pobreza del tiempo (no tener tiempo para uno mismo) e impactos negativos en salud, eficiencia, igualdad y sostenibilidad democrática y medioambiental.
Así, España tiene una pausa excesiva a la hora de comer, que disminuye la cantidad de tiempo libre en la tarde y es el país donde las personas acaban más tarde su jornada laboral: 30% hasta las 19h y 10% después de las 21h; por otra parte, un 15% trabaja más de 48h semanales. Estas largas jornadas laborales incrementan los riesgos para la salud y psicosociales de las personas trabajadoras, causando estrés al 30% y siendo el 60% de las bajas laborales causadas por este estrés laboral.
Por otra parte, en España se duerme menos que en el resto de Europa, alrededor de 20 minutos menos que en los demás países de la zona euro, afectando esto a la productividad, salud mental y salud física de las personas. Esta falta estructural de sueño se calcula que conduce a pérdidas estimadas en el PIB nacional del 1% al 2%.
Estos largos horarios dificultan la conciliación de la vida laboral y privada: sólo 25% de las mujeres y hombres trabajadores dicen tener capacidad para conciliar, una capacidad que tiene un claro sesgo de género, ya que el 75% de las personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres.
En este contexto, la Time Use Initiative, la principal organización mundial que promueve el derecho al tiempo, fue la encargada por el Ministerio de Trabajo de elaborar el estudio de fundamentación de la Ley Usos del Tiempo y racionalización de los horarios en España. En este estudio se propone encontrar un nuevo equilibrio del tiempo, organizando sus usos sociales y los horarios en una diversidad de ámbitos, como recomienda también la OIT y la Carta Social Europea, y, se señala una palanca para ello: la reducción de la jornada laboral a 37’5 horas semanales para todas las personas trabajadoras, sin rebaja de salario. Desde la presentación del estudio con la Vicepresidenta Yolanda Díaz, el 16 de junio de 2023, el número 37’5h, no ha parado de resonar.
Concretamente, el estudio proponía reducir y limitar la jornada máxima en el siguiente sentido:
“Establecer como horizonte para su entrada en vigor en 2032 el establecimiento de una jornada máxima legal ordinaria de 32 horas semanales en promedio anual (sin reducción salarial), con un periodo transitorio razonable tomando en consideración los diversos sectores y la negociación colectiva.
Para avanzar en este horizonte 2032, de manera general y obligatoria, en el 2026, se propone el establecimiento de una jornada máxima legal ordinaria de 37.5 horas semanales en promedio anual (sin reducción salarial). “
Marta Junqué, coordinadora del Estudio y directora de la Time Use Initiative insiste en que “la experiencia internacional nos demuestra que para garantizar el éxito de la Ley de reducción de la jornada laboral a 37’5h es imprescindible buscar el máximo consenso, asegurar el control de la jornada laboral y además, aplicarlo de forma gradual y poniendo en marcha distintas medidas de acompañamiento para las PYMES y los sectores más afectados: hostelería y servicios”.
En España ya tenemos políticas de estímulo que avanzan en esa dirección, como el programa de ayudas del Ministerio de Industria, a través de la Escuela de Organización Industrial (EOI), y el programa de la Generalitat Valenciana, que sigue en vigor. Además, a nivel internacional, en países como Portugal y Escocia.
¿Por qué se propone la reducción de la jornada laboral a 37,5h?
La propuesta de la jornada laboral a 37,5 h se explica por varios factores:
- Alinear la regulación española en materia de jornada máxima con la media europea de horas negociadas, que según Eurofound es de 37,8h .
- Una práctica habitual en la mayoría de convenios. En España, una gran mayoría de los convenios colectivos establecen la limitación semanal máxima de la jornada de trabajo, con un máximo de 38,5 h en el ámbito de empresa y un máximo de entre 38 y 39,5 en el ámbito supraempresarial.
- Homogeneización con los trabajadores del sector público donde la jornada semanal se establece con carácter general en 37,5 horas, a partir de la Ley General de Presupuestos del Estado
- Tendencia internacional. A partir de las tendencias del modelo de futuro del trabajo, en los últimos años, cada vez son más los países y empresas que están experimentando con la reducción del tiempo sin reducción salarial, como en el caso de UK, Bélgica, Alemania, o Portugal, donde se han realizado exitosos programas pilotos de reducción de jornada a 37 o 35 horas semanales o a través de la semana de 4 días. En el caso de Islandia, en 2022, un 51% de las personas trabajadoras habían aceptado medidas de reducción de su tiempo de trabajo sin ninguna reducción salarial.
Impactos de la jornada laboral a 37,5h
Según diversos expertos/as, la reducción de la jornada laboral tendría impactos muy positivos a nivel de salud laboral, productividad y conciliación y satisfacción de empresas y personas trabajadoras.
- Una medida para la mayoría. Esta medida beneficiará a 12 millones de personas trabajadoras en España, mejorando su calidad de vida, reduciendo riesgos laborales y contribuyendo a una conciliación corresponsable, todos ellos objetivos del trabajo decente que propugna la OIT.
- Más tiempo, más vida y más salud. Indudablemente, tener más tiempo fuera del trabajo, va a generar una mejora de la salud de la población en general. Como han demostrado diversos proyectos pilotos de reducción de jornada laboral, con la reducción de la jornada se reduce hasta un 20% menos la ansiedad e insomnio y la capacidad de conciliación con la vida familiar y privada se multiplica. Un estudio global realizado en el 2022 con datos recopilados a partir de una muestra de 3000 personas trabajadoras de 141 empresas que implementaron la jornada laboral de 4 días en Canadá, Estados Unidos Europa continental, Irlanda, Reino Unido, Australia y Sudáfrica, ha mostrado que la medida conduce a mejoras en múltiples áreas del bienestar incluyendo un menor agotamiento, mayour satisfacción laboral, y mejor salud física y mental.
- Más conciliación. Trabajar 30 minutos menos cada día es una medida que ayudará a la conciliación, especialmente a las mujeres que son aquellas que más hacen reducciones de jornada laboral para poder compaginar con las tareas de cuidado. Según datos del piloto de reducción de jornada de Portugal (presentados a final de 2023), se señala que el “nuevo tiempo libre” se destina a pasar más tiempo con la familia, pero también para dedicarse al “cuidado personal” (dormir, relajarse) (el 65%). Los investigadores también advierten de “una clara mejora del equilibrio entre la vida laboral y familiar”. Por ejemplo, el porcentaje de personas trabajadoras que afirman que es “difícil” o “muy difícil” conciliar trabajo y familia descendió del 46% al 8%.
- Más crecimiento económico. La reducción de la jornada laboral tiene un impacto positivo sobre el PIB, ya que mejora la capacidad de consumo, como demuestra una simulación reciente para el caso español, publicada por Luis Cárdenas y Paloma Villanueva en la Cambridge Journal of Economics, Volume 5, March 2021. Así, como efecto directo de más tiempo libre de las personas trabajadoras, se incrementaría la demanda agregada de ocio, turismo, servicios, etc.
- Viabilidad económica. Con la generalización a 37,5 horas semanales en el caso de la RTT a 37,5 horas semanales, los costes netos para las empresas, oscilarían entre 4.200 y 6.800 millones de euros, para una creación aproximada de entre 122.000 y 198.000 nuevos empleos, lo que repercutirá en torno a un 60% de los mismos en aumentos en la recaudación fiscal, nuevas cotizaciones sociales y ahorros en prestaciones sociales varias, como publican los economistas especializados en políticas de reducción de la jornada laboral, Jon Zubiri y Verónica Castrillón, de la Universidad del País Vasco.
- Mayor productividad. La reducción de la jornada laboral a 37,5h también mejoraría la productividad de las empresas: según el economista Joan Sanchiís, por una parte reduciría costes laborales, al reducir las bajas laborales y sus correspondientes costes económicos para las empresas y la sociedad, así como por la reducción del gasto energético, Asimismo, también podría aumentarse la productividad si la reducción horaria va acompañada de medidas de estímulo a procesos de innovación organizativa y de mejora de la eficiencia productiva en las empresas. En este sentido, el caso de Islandia es paradigmático, ya que en este país los programas piloto de reducción de jornada laboral realizados entre 2015- 2019 demostraron que la productividad se mantenía igual o mejoraba en la mayoría de los lugares de trabajo, mientras que el bienestar de los trabajadores aumentó “drásticamente y, después de la introducción mayoritaria de la reducción de jornada, es el país con el mayor crecimiento económico y con el menor índice de desempleo de Europa.
- Más sostenibilidad: se ha demostrado que la escasez de tiempo fomenta patrones de consumo menos sostenibles y energéticamente más intensivos (según el Journal of Environmental Psychology, Volume 82, August 2022) y que reducir las horas de trabajo conllevaría más comportamientos proambientales intencionados, como menos desplazamientos en coche o menores gastos en ropa.
- Niños y niñas más felices. Las encuestas dicen que los niños/as quieren pasar más tiempo con sus familias. Esta medida va en esta línea, que además contribuiría a la distribución más igualitaria de los trabajos de cuidados y domésticos, al afectar a hombres y mujeres por igual.
Algunos ejemplos de éxito en España
En toda España, como en la mayoría de países europeos, la tendencia de la negociación colectiva es reducir el número de horas de la jornada laboral. Actualmente, en España, varias empresas han implementado la reducción de la jornada laboral sin reducir el salario de sus empleados, especialmente en el sector de servicios financieros (como La Caixa), consultoría y servicios profesionales (Software del Sol, Everis), tecnología y software (Telefónica).
Pero en el sector servicios y hostelería, también han habido ejemplos de éxito. Por ejemplo, la Francachela, el primer negocio de hostelería que introduce la semana laboral de 4 días, ha demostrado que reducir los horarios no entra en contradicción en seguir teniendo un negocio productivo y rentable.
Hacia una ley integral de usos del tiempo y medidas de acompañamiento
Marta Junqué, Directora de la Time Use Initiative, apunta: “La racionalización de los horarios de trabajo y la reducción de la jornada laboral es necesaria y positiva, y celebramos que sea el primer paso pero no es suficiente para una organización del tiempo más equilibrada”. Añade que “después de esta Ley, hace falta aprobar un nuevo pacto social sobre la organización del tiempo, que ya figura en los compromisos del gobierno en esta legislatura: la ley de los usos del tiempo, que implique a todos los actores sociales y económicos de la sociedad”.
“El tiempo es una cuestión política y la forma de organizar el tiempo determina el tipo de modelo social establecido, que debe adaptarse a los cambios estructurales de cada época y evolucionar con el progreso de la sociedad. No podemos vivir con los horarios de hace un siglo”. Tenemos una organización horaria que es necesario adaptar a los tiempos actuales, para vivir mejor.