- El 30 de marzo, la ciudadanía europea sumará al reloj una hora, dando paso al horario de verano. El cambio de hora continúa produciéndose a pesar de las evidencias científicas sobre sus efectos negativos en la salud pública y la economía.
- En ocasión del cambio de hora, eurodiputados, eurodiputadas y personas expertas se han reunido en el Parlamento Europeo para analizar estos efectos y pedir a las instituciones responsables (Comisión Europea y presidencia del Consejo de la Unión Europea) la aprobación de la eliminación del cambio de hora para el 2026.
- La propuesta trabajada parte del plan desarrollado por la Time Use Initiative y la Alianza Internacional para un Horario Natural, que se basa en la evidencia científica y consiste en eliminar el cambio de hora y mantenernos en un horario lo más alineado posible con el horario solar.
El próximo 30 de marzo, la ciudadanía europea sumará al reloj una hora, dando paso al horario de verano. Ante este acontecimiento, el pasado 18 de marzo se celebró en el Parlamento Europeo (PE) una conferencia organizada por el eurodiputado Seán Kelly, con el apoyo de la Time Use Initiative (TUI), que ha reunido a personas expertas, eurodiputados y eurodiputadas para abordar los efectos negativos que tiene el cambio de hora estacional sobre la salud, la economía y el medio ambiente; así como para definir los próximos pasos para poner fin a esta práctica en Europa en el 2026.
En junio de 2024, más de una veintena de miembros del Parlamento Europeo firmaron el manifiesto “Europa, tic-tac: ¡Defendiendo el derecho al tiempo!”, promovido por la Time Use Initiative (TUI), el cual incluye 12 cambios necesarios que Europa tiene que aplicar para garantizar el derecho al tiempo a toda la ciudadanía. Entre ellos, alentaba a eurodiputados y eurodiputadas firmantes a establecer una hoja de ruta para acabar con el cambio hora para el 2026.
En octubre de 2024 el eurodiputado irlandés Seán Kelly, miembro del Partido Popular Europeo, envió una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, firmada por más de 70 eurodiputados y eurodiputadas de diferentes partidos, pidiendo que el fin del cambio de hora verano-invierno fuera una prioridad esta legislatura.
Ahora, las personas firmantes de estas iniciativas se han encontrado en un acto en el Parlamento Europeo para explicar los efectos del cambio de hora y buscar una hoja de ruta compartida para proponer la eliminación del cambio de hora estacional que convenza a las organizaciones responsables (CE y la presidencia del Consejo de la Unión Europea) de aprobar su tramitación antes de que termine 2026.
El acto ha contado con la intervención de personas expertas internacionales: Maria Nikolopoulou, miembro del Comité Económico y Social Europeo; Inge Declercq, neuróloga y experta en sueño; Roelof Hut, cronobiólogo; el eurodiputado Seán Kelly; y Marta Junqué, directora de la TUI.
Durante el acontecimiento, Petra Soderqvist, asesora del Comisario de Transporte de la CE, ha confirmado que “el Comisario está muy interesado en la cuestión de eliminar el cambio de hora esta legislatura”. Dada esta voluntad, la TUI continuará trabajando con el PE y con otras organizaciones europeas y científicas para que la CE y el Consejo de la Unión Europea vuelvan a poner este tema en su agenda lo antes posible.
Propuesta para poner fin al cambio de hora
La propuesta que está trabajando actualmente el PE para acabar con el cambio de hora estacional parte de la desarrollada por la TUI y la Alianza Internacional para un Horario Natural (IANT, por sus siglas en inglés), que cuenta con el apoyo de múltiples centros de investigación y personas expertas de todo el mundo.
Desde la TUI y la IANT apuestan por adoptar un horario permanente lo más alineado posible con el horario solar (horario natural). La propuesta se basa en la evidencia científica que aporta la cronobiología, disciplina que estudia los ritmos biológicos. Las investigaciones demuestran que corregir el desajuste actual entre el reloj social y el horario natural implicaría múltiples beneficios en el bienestar de la sociedad. La propuesta desarrollada es una solución sencilla dividida en dos pasos, siendo el primero de ellos acabar con el cambio de hora en Europa.
Mitos sobre el horario de verano
En los últimos 30 años, las investigaciones científicas han revelado los efectos perjudiciales de vivir en zonas horarias desalineadas con los horarios solares naturales, que se agravan con el establecimiento del horario de verano (DST, por sus siglas en inglés). Algunos impactos negativos incluyen riesgos para la salud (como mayor incidencia de cáncer, diabetes y problemas de salud mental), consecuencias económicas adversas (reducción del rendimiento laboral y académico y afectación negativa al PIB) y efectos ambientales perjudiciales (aumento de la contaminación y emisiones de gases de efecto invernadero).
A pesar de la evidencia científica, persisten los mitos sobre los beneficios del DST que obstaculizan la eliminación del cambio de hora en la Unión Europea. Los principales mitos son el ahorro energético (estudios demuestran que el DST no ahorra energía, sino que puede hacer aumentar el consumo), los beneficios económicos (el sistema actual perjudica la economía por la privación de sueño y menor productividad) y la necesidad de cambiar de hábitos (la eliminación del cambio de hora solo requeriría ajustar la hora del reloj).
La evidencia sugiere que la eliminación del horario de verano y el establecimiento de husos horarios naturales beneficiaría tanto la salud pública como la economía, alineando mejor nuestros ritmos circadianos con el horario solar.