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Time Use Week 2022: 26 de octubre – Hacia una nueva organización del tiempo de trabajo

Resumen del tercer día de la Time Use Week, donde se discutió la organización de los tiempos de trabajo. Se analizaron experiencias internacionales de regulación del tiempo de trabajo y se hicieron propuestas desde la academia para la Ley de Usos del Tiempo en España.

En el tercer día de la Time Use Week, las personas ponentes y participantes debatieron el camino hacia una nueva organización del tiempo de trabajo, puesto que estos son clave para tener estilos de vida más igualitarios y saludables.

 

Mediante la combinación de las últimas investigaciones sobre el tiempo de trabajo y el análisis de experiencias que aplican cambios en los diferentes territorios europeos, la primera sesión «Regulación del tiempo de trabajo: lecciones aprendidas y perspectivas de futuro» se centró en el futuro del trabajo desde el punto de vista del tiempo y cómo se ha visto influido por políticas públicas pasadas, así como si se puede regular mejor mediante nuevas propuestas. Para empezar, Margarita León (directora académica del CUIMPB) introdujo la sesión destacando la importancia de conectar la investigación con los esfuerzos en políticas públicas: «los usos del tiempo tienen que estar integrados en todas las demás políticas que afectan nuestras vidas.» Marta Junqué (BTUI) también destacó que «las jornadas como esta ayudan a difundir el conocimiento y la investigación sobre el tiempo, lo que ayuda a poner en práctica una mejor organización del tiempo de trabajo.» La bienvenida institucional también fue dada por Joan Subirats, Ministro de Universidades e Investigación del Gobierno de España. El ministro destacó la importancia de la regulación del tiempo de trabajo, también a nivel universitario: «la cuestión clave es buscar maneras de reducir la cantidad de tiempo dedicada a horas de trabajo poco razonables y, a la vez, permitir más productividad en otras áreas de la vida, como la vida familiar, la los cuidados o el desarrollo profesional permanente, entre otras «.

 

El discurso de apertura lo dio Heejung Chung, profesora de sociología y políticas sociales de la Universidad de Kent. Explicó lo que ella denomina «la paradoja de la flexibilidad»: las personas trabajadoras con un trabajo más flexible tienden a trabajar más tiempo y a caer en la autoexplotación. “Tienes que parecer siempre ocupado y estar siempre disponible, puesto que este es el nuevo estándar”. En resumen, señaló que existe el riesgo de que el aumento del trabajo flexible o remoto lleve a largas horas de trabajo y a una cultura laboral de la hipercompetencia, lo que provocará disminución del bienestar y más desigualdades de género. Por lo tanto, el derecho a la desconexión y las iniciativas para organizar las jornada laboral semanal pueden ayudarnos a reconfigurar los valores en el trabajo y la sociedad.

 

La sesión continuó con un debate sobre experiencias pasadas y actuales en la regulación de los usos del tiempo. En relación con experiencias anteriores, Jean-Yves Boulin (Universidad París-Dauphine) explicó cómo la Ley Aubry en Francia regulaba una reducción de la jornada laboral. En el caso de España, Ignacio Buqueras (ARHOE – Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles) recordó la experiencia de su asociación después de 20 años trabajando por unos horarios más saludables y destacó la importancia de continuar presionando a nivel político para conseguirlos. Además, Francesca Zajczyk (Delegada de la Concejalía de Movilidad, Sostenibilidad y Tiempo de Milán) explicó el impacto de la Ley Turco, aprobada en el año 2000 en Italia, que entre otras cosas hizo creó el «Plan territorial de horarios», obligatorio para los municipios de más de 30.000 habitantes. Finalmente, Montserrat Pineda (secretaria de Feminismos de la Generalitat de Cataluña) explicó la experiencia de Cataluña a través de la reforma horaria y como, actualmente, «las políticas del tiempo están siendo implementadas por el Departamento de Igualdad y Feminismos, puesto que abordan muchos ejes de desigualdad, incluyendo la pobreza de tiempo. Se está trabajando en colaboración con otras áreas, como la economía o las relaciones laborales.»

 

La segunda parte de la sesión trataba sobre nuevas experiencias en la regulación de los usos del tiempo. La primera intervención, por parte de Joaquín Pérez Rey (Secretario de Estado de Trabajo y Economía Social), trató la intención de aprobar una ley sobre usos del tiempo en España, destacando que «la futura Ley de Usos del Tiempo en España será un hito legislativo y una forma diferente de pensar el tiempo, adaptada a la vida de las personas para superar la centralidad del tiempo de trabajo productivo en nuestra sociedad.» Durante la segunda ponencia, Ignace Glorieux (presidente del IATUR, International Alliance of Time Use Research) explicó la evolución del mercado laboral en Bélgica como reflejo de una tendencia general del tiempo de trabajo: «las horas de trabajo han disminuido en los últimos años, pero la presión del tiempo sobre las familias ha aumentado. La mayoría del trabajo a tiempo parcial lo llevan a cabo las mujeres, así que observamos la antigua división del trabajo». Finalmente, Will Stronge (director de investigación a Autonomy) explicó cómo están haciendo campaña porla semana de 4 días como herramienta para organizar mejor los horarios de trabajo.

 

La segunda sesión del día trató con profundidad potenciales propuestas que podría incluir una Ley española de Usos del Tiempo, puesto que es una oportunidad clave, tanto en España como en Europa, para regular mejor el tiempo. Por eso, algunas de las personas expertas que actualmente están realizando un estudio previo a la ley explicaron las ideas clave que podría incluir. Marta Junqué (BTUI) destacó que «el tiempo es un asunto político y una Ley de Usos del Tiempo tiene que garantizar el derecho al tiempo para toda la ciudadanía. Ahora hay una oportunidad histórica para esta ley». También destacó que la propuesta se basa en usos del tiempos equilibrados entre los cuidados, el trabajo, el ocio y el descanso a través de los principios de salud, bienestar, igualdad, productividad y sostenibilidad. Anna Ginés (profesora de Derecho laboral en ESADE) dijo que actualmente «el tiempo de trabajo estructura nuestras vidas. En la UE, las horas de trabajo son largas, pero en España es donde la jornada laboral termina más tarde». Entre las consecuencias hay problemas de salud —65% de las personas trabajadoras sufren estrés laboral—, desigualdades de género —75% de los contratos a tiempo parcial son de mujeres— e impactos en la productividad. María Luz Vega (antigua funcionaria de la Organización Internacional del Trabajo) habló de la necesidad de abordar los usos del tiempo desde una perspectiva internacional y explicó la guía de la OI para la ordenación equilibrada del tiempo de trabajo. Raquel Serrano (profesora de Derecho laboral y de Seguridad Social de la Universidad de Barcelona) reflexionó en los principales cambios que se tendrían que hacer con la nueva ley: más transparencia y previsibilidad de las jornadas laborales, una racionalización del tiempo de trabajo a través de la reducción de las horas de trabajo y las horas extraordinarias; unas jornadas laborales más saludables y seguras; más flexibilidad para contribuir a la productividad; inclusión de la corresponsabilidad y la igualdad en las jornadas laborales y más participación empresarial y social en la definición de las jornadas. La sesión finalizó con una breve reflexión sobre el estado de la negociación colectiva en España en estas áreas por parte de Daniel Redondo (doctorando en derecho laboral de la Universidad Complutense de Madrid).

 

El día terminó con una mesa redonda con Raquel Gil (Ayuntamiento de Barcelona), representantes de empresas de la Red de empresas por nuevos uso del tiempo de Barcelona (Xarxa NUST) y la Red de empresas de Bilbao (Red DENBBORA Sarea Bilbao Bizkaia). Bajo el título “La organización del tiempo: el factor emergente de desigualdades en el mercado laboral”, las empresas discutieron las diferentes estrategias que adoptaron durante la pandemia para ofrecer una mayor flexibilidad y como se están estructurando algunas de ellas para continuar adoptándolas como modelo habitual.

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